miércoles, 24 de febrero de 2010

Esos golfos vividores

Llevo unos cuantos días en los que no paro de ver comentarios en foros y medios de comunicación digitales sobre lo mucho que ganamos los músicos y lo poco que trabajamos. Y hay cosas que no me pueden hinchar más los cojones.

Para los grupos pequeños la posibilidad de tocar en directo cada vez es más reducida, menos salas y alquileres astronómicos. No es que se gane poco dinero, es que en muchas ocasiones se pierde. Y de las grabaciones autofinanciadas ya ni hablamos. Hay una gran parte de la sociedad que creen que la música son esos cuatro grupos o solistas que salen en los 40 criminales, pero existe una gran mayoría de músicos que malviven o han (hemos) de dedicarnos a otra cosa porque es imposible vivir de la música en este país.

La gran mayoría no piensa que la música sea un trabajo digno, muchos piensan que somos unos golfos, cuando no se puede estar más lejos de la realidad. Después de nuestra jornada de trabajo dedicamos incontables horas en ensayos, grabaciones y desplazamientos agotadores a conciertos. Eso sin contar el dinero que invertimos, a fondo perdido en la mayoría de ocasiones. En definitiva, falta cultura musical, y los políticos están más por la labor de proteger a ciertos círculos económicos que el de fomentar la cultura de este país.

Aquí se encumbra a un mono con micrófono que se toca los cojones, todos les ríen las gracias, bufón del reino durante unos días, pero deberían de pensar seriamente lo mucho que a todos nos empobrecen...culturalmente.

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